14 de julio de 1962.

Querido diario:

Aquí me tienes un día más, fiel a tus hojas como cada noche desde hace veinte años, con mi moño, una mantita por encima y un chocolate bien caliente.

Llevo más de cuatro horas viendo fotos y escuchando una y otra vez "Never alone". Llevo cuatro horas pensando que he hecho con mi vida, y he de decirte, a ti, mi fiel confidente,que ha sido de lo más desastrosa. Que no he sabido poner punto y final a cada etapa para poder contar mi historia.

Si echo la vista atrás, mi vida se ha basado en caídas continuas sin encontrar el apoyo necesario para levantar.  Me he dejado pisotear y me he arrastrado por gente que nunca dio la cara por mí, pero hoy al cruzarme con su sonrisa me dí cuenta que siempre tuve ese apoyo para levantarme y decir con la cabeza bien alta "AQUÍ ESTOY". Pero nunca la quise ver, me empeñé en negarle mi cariño, en ser egoísta y no encontrarla.

Por eso ahora que nadie nos puede leer, quiero decirte que gracias a él supe valorarme y aprender a decir "yo también te quiero".

                                                                                  Kristen Cullen.

¡NO MÁS HIPOCRESÍA! GRACIAS.

Eres ese alguien insignificante y maleducado. Tu mirada refleja desprecio y tus palabras retumban en tu boca haciendo eco de la mentira.








                                                                                  Kristen Cullen.

TEMORES

Desde que en casa los juguetes dejaron de estar por el suelo sin recoger, me da panico llegar tarde y no poder ni siquiera volver la mirada atras. No me doy cuenta que mis miedos hacen que llegue con retraso continuamente. A quien me lea, por favor, poner un cartelito en las puertas de las habitaciones, advirtiendo de mi posible retraso. Ernesto Durruti

JM,1905

Era tarde cuando llegó, todo estaba como recordaba. Las camitas tan perfectas y los juguetes en su perfecto desorden, la ventana algo abierta y frente a ella un letrero que ponía "SI CON LÁGRIMAS TE PERDÍ, CON SONRISAS ROMPERÉ MIS RECUERDOS".
El pobre chico entró corriendo en la habitación y comenzó a buscar algo que le diera un simple indicio de que no había ocurrido, que todo seguía como lo había dejado.
Entonces en la primera de las tres camas encontró algo, silenciosamente se acercó y comprobó que era una carta con su nombre. La abrió y a duras penas comenzó a leer, era más difícil de lo que él recordaba.

Si estás leyendo esto, es que ocurrió, te olvidaste de volver a tiempo. Verás no se puede luchar contra el destino, tenía que ocurrir y así ha sido.

Pero quiero que sepas que hay un recuerdo que no he podido olvidar...kikikirikiii ¿lo recuerdas verdad? Como tú me dijiste simplemente te estuve esperando, pero nunca más te volví a oír cacarear. Sin embargo, aprendí a hacerlo, entonces descubrí que eras parte del pasado y que ya no llegarías a tiempo, pero si miras atrás verás algo.

Atentamente, W.

El chico no lo podía creer, ya no estaba, lo había hecho. Se dío la vuelta y vió el pequeño dedal lo guardó con todo el cariño del mundo y en el mismo sitio dejó una bellota, pues tenía la esperanza de que si ella volvía viera que no la había olvidado.

                                                                                                      Kristen Cullen.

No es cuestión de estilos.

Hace mucho tiempo que busco las respuestas, hace mucho que abandoné la búsqueda pero yo no me rindo tan fácilmente, seguí buscando hasta que un día encontré algo que nunca olvidaré, algo que me parte el alma.
He de reconocer que me das envidia Durruti, que tienes algo que te da brillo al escribir. Que te hace alejarte de todo e inventar historias que brillan gracias a la voz que tu las das. Pero lo siento, de tí no encontré la respuesta, somos demasiado diferentes al escribir... Tú meditas y yo plasmo.
Sin embargo, hay alguien que plasma sus sentimientos donde, como y cuando quiere. Es ese alguien que necesita a otros para escribir y sino sus historias están cojas, inacabadas.
No fue fácil encontrarla, no es cuestión de uno. Es cuestión de dos, de vosotros dos.


                                                                                                      Kristen Cullen.

DE CUENTO

Y entonces tras una noche de agobiante tormenta Gepeto dijo con lagrimas de alegria

- Pinocho hijo mio

Ernesto Durruti

Títeres, marionetas. Algo sin vida.

Dueños de tus sueños, de tu imaginación. Dueños de tu vida.

Aprende a cortar las cuerdas que te atan, a que de los errores se aprende pero no si no los cometes al menos tres veces.

Hazlo ya, es tu momento, vívelo.Cierra la puerta, sube la música, desempolva tus trajes de fiesta. Pierde la cabeza, saca al niño que llevas dentro, olvida las reglas de la sociedad.

Quita un poco de tu norte que ya habrá alguien que te ponga un poco de sur.Capta los te quiero mudos al aire. 

Deja que tus ojos hablen y tu boca calle, que tu corazón sienta sin que tu cerebro ordene

                                                                                                        Kristen Cullen.

Bittersweet memories.

Abre la puerta, se sienta y piensa: ¿Me has echado de menos? pues aquí estoy.
Sus  finos dedos le rozan con delicadeza, con amor.
Siente esas mariposas al oírle, al saber que estará ahí para siempe, al saber que en esa habitación no hay malos momentos.
Es su santuario, nadie les escucha jamás, son demasiado silenciosos.
Es algo que solo ellos pueden sentir.



                                                                                  Kristen Cullen.

Los imprescindibles.

¿Quién no ha oído alguna vez la historia de estas personas?Qué pregunta más tonta. Nadie, solo tú y yo.
Tú y yo, bonito sintagma. Tantos significados a la vez: amistad, amor, odio, complicidad, dos... creo que todos sirven para nosotros. Un nosotros que nunca acabará, mejor dicho un tú.
Si tú, el que me hace sentir "normal" entre tanta gente.
Si tú, el que se inventa historias absurdas para que no extrañe.
Si tú, quien esta guardado en lo más profundo de mí.
Si tú, el que me enseñaste que no hay un jodido lugar del mundo en el que no les pueda encontrar.

                

                                                                                                        Kristen Cullen.