Sigo soñando despierta, sigo recorriendo kilómetros como si me fuera la vida en ello. Colecciono recuerdos de momentos y los voy archivando en el cajón. Me siguen ilusionando las mayores tonterías y sigo odiando las mismas cosas. Me gusta cambiar el mundo desde el sofá, matar de palabra a tanto ignorante. Leo, escucho música, me duermo en los laureles a diario y doy siempre menos de lo que pudiera dar. Me sigue gustando más la noche que el día y estoy más de acuerdo con la luna que con el sol. Soy aliada de la soledad y me encuentro sola entre tanta gente.
Nunca hago promesas que no puedo cumplir. Prefiero salir de lunes a viernes antes que un sábado. No me acostumbro a la costumbre y busco siempre el camino más largo hacia la meta porque me gusta disfrutar del camino. Viajera de sueños e ilusiones, arruino mi vida por lo menos dos veces al año. Empiezo de cero cada poco tiempo, construyo, derribo y vuelvo a construir.
Hablo más de la cuenta cuando estoy nerviosa y callo siempre que no tengo nada que decir. Sigo sin encontrar lo que busco y sigo buscando no se bien el qué. Sigo viviendo de emociones y me muevo por impulsos que dicta mi piel.
Tengo miedos que nunca reconozco y me duelen las ausencias. Tengo recuerdos en maletas muy pesadas y echo de menos a los amigos que ya no están. Quito siempre que estoy de más. Escucho cuando puedo, me hundo a menudo y resurjo cuando nadie lo espera.
Subo el volumen de la música cuando quiero evadirme y estar en mi mundo. Me cuestiono todo y nunca encuentro respuesta.
Sé lo que soy y se lo que hay. Se lo que pienso y lo que me callo. Se lo que reflejo y lo que en realidad soy. No quiero crecer, no quiero responsabilidad ni más sueños rotos, quiero ser Peter Pan en el país de Nunca Jamás. Quiero ser niña eternamente porque no entiendo en el mundo en el que vivo, quiero seguir soñando, quiero seguir viviendo a mi manera, quiero tener ilusiones más allá de las que me dicta la sociedad.
Quiero ser yo y no lo que los demás quieran.
Kristen Cullen.
