Ocho años y veintiún días.

Alegría, nerviosismo, amor, complicidad...mil sensaciones cada vez que estoy a su lado.
Todavía no me explico como consigue derribar mi fortaleza con tanta facilidad, como con momentos tan pequeños me hace sentir tan grande.
Solo con su sonrisa me hace feliz, solo con su fuerza me da motivos para luchar, solo con cinco minutos a su lado puedo volar.
En pocas palabras es mi debilidad, solo él me da esos segundos que nadie más me puede dar.


                                                                                                   Kristen Cullen

ES UN HONOR

Domingo, ocho de la tarde, preparando no se que presupuesto, con el auricular puesto y cojeando de un pie en la silla, mientras Sabina destila canciones; todas las habitaciones ocupadas, cada una en una labor diferente; ¡Hoy estamos los 5!

Os reis porque soy "tio" y solamente puedo hacer una cosa, en un mismo instante y si escucho musica y escribo, ya estoy al limite de mis posibilidades.

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Apunto de fundirse mi neurona, pero creo que le tengo que dar la razon a Darwin y la mia es una superviviente nata.

Soy padre y eso va reñido con "celos" y unicamente puedo decir

Es un honor ser vuestro Padre.

                                                                                      E. Durruti

Esta vez presumo yo.

Cuatro de la tarde, llega a casa después de un largo día. No come, directamente se tumba en el sofá mientras que, desinteresadamente, ve la tele.
Realmente está cansada, pero lucha a toda costa por no quedarse dormida. Pero, finalmente el sueño la vence, de pronto abre un ojo y se da cuenta de que ha perdido la noción del tiempo. En aquel instante solo se le pasa por la cabeza la carita de desilusión de la niña si ella no está cuando salga.
Rápidamente se pone el abrigo y coge las llaves, ni siquiera ha mirado la hora, solo tiene un objetivo... ¡Llegar a tiempo!
Como es de esperar llega cinco minutos antes, una vez más esta ahí. Comienza a impacientarse, pues todavía no ha salido...Cuando sin más oye a lo lejos: "Mamá, mamá", ella se gira y la ve corriendo hacia ella con una sonrisita de oreja a oreja. Mientras la niña se acerca, ella comienza a preparar la merienda.
Ya van, como de costumbre las dos a casa, mientras la niña le cuenta lo que ha hecho durante el día. La madre escucha con atención lo que le cuenta su hija, pues podrán parecer tonterías pero a su hija le va la vida en ello.

Todavía recuerdo aquellas tardes, en las que te contaba mis enfados y mis pequeñas aventuras del día a día. Todavía pienso en si tendrás un buen día para poder contarte las cosas que, hoy por hoy, siguen siendo mis pequeñas aventuras. Todavía, a pesar de lo que pueda parecer, espero con inquietud a que llegues para atacarte con todos mis problemas.
Pues pese a quien le pese, tú y solamente tú, has sido mi única compañía en mis momentos más bajos, en mis momentos de alegría.
Como te he dicho muchas veces nunca serás mi amiga, pero desde luego, cuando no las he tenido siempre has estado ahí.

¡Gracias!
   

                                                                                                                                                    Kristen Cullen.