sábado, 3 de septiembre de 2011

UN SAQUITO LLENO DE COSAS

Miro dentro de la bolsa, y no encuentro nada digno de vosotras.

Revuelvo el fondo, lo saco todo, rebusco, vuelvo a meter todo uno a uno, deteniendome, pensando si es adecuado, si os gustara.

No encuentro nada digno de vosotras y me desespero ...

Me detengo unos minutos, descanso, y le cuento a Carlos mi dilema, creo que no puede ayudarme, estamos en dimensiones distintas.

Le miro a los ojos y me adentro en los recuerdos, son como una escalera de caracol, un sinfin; desfilan de todos los tipos, de muchas etapas, y pasan los minutos sin darnos cuenta ninguno de los dos que hace rato el Sol se ha ocultado tras el edificio de maternidad.

Apunto de rendirme y claudicar en la busqueda del regalo para vosotras, me levanto del sillon azul junto a la cama para subir la persiana y al acercarme a la ventana veo mi reflejo en el cristal.

Me giro hacia vuestro tio y parece que sonrie, con una mueca de complicidad, pues me ha ayudado otra vez a encontrar el regalo.

No pienso envolverme en papel de colores ...

¡¡¡AQUI ESTOY!!!

Ernesto Durruti

No hay comentarios: