Este año te has lucido, no podrías haberme dejado el carrito de muñecas que siempre quise o el perrito que siempre pedí.
No, tú para que, este año me has devuelto un recuerdo que creía olvidado y que por algo tenía encerrado en un cajón.
Todavía no tengo claro si tengo ganas de mandarte a tomar por culo, o por el contrario, convertir esta carta en un agradecimiento.
Por ello para llegar a la conclusión haré un balance de tu regalo: es bastante original, nunca me habían regalado un recuerdo, pero justo ese...Hay miles mejores que regalar, pues me produce agobio y rabia, me hace caer y no levantar, me hace pensar qué tipo de Santa Claus eres.
Es que lo siento, no consigo encontrarle lo positivo a tu fabuloso regalo, te vuelvo a decir que hubiera sido mejor el perro. Por eso, por no encontrarle nada bueno, te lo devuelvo no lo quiero, nunca debiste abrir aquel cajón, yo no quiero más recuerdos malos en mi vida. No, definitivamente no lo quiero, renunció a él.
Como ya habrás deducido, he decidio mandarte a tomar por culo, pero aun asi gracias por molestarte en intentar regalarme algo.
Un beso, Ana.
P.D.: Gracias por regalarme, durante diez segundos, su voz.
Kristen Cullen.
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