Todo lo que llevo escrito en este blog está dedicado a tí directa o indirectamente.
Quizá es porque no tuve la oportunidad de decírtelo en su debido momento, y de que los demás realmente supieran nuestra complicidad.
Yo pido sinceridad, pero soy la primera que no la da.
La verdad que daría todo por que estuvieras enfrente mía, salir corriendo y darte uno de esos abrazos con una sonrisa de oreja a oreja. Y mantener una de esas conversaciones que parecen interrogatorios, pero poco a poco me conseguías "sacar" todo.
No sé como darte las gracias por esos pequeños gestos cuando he estado mal. Nunca olvidaré aquel Diciembre del 2007 cuando pensé que me moría y me diste un abrazo tan fuerte que casi me cortas la respiración, o el verano pasado cuando no me dejaste sola en ningun momento cuando ibamos al hospital a visitar a tu hermano.
Cada vez que te veo en esa cama, me invade una rabia que solo se contrarrestrar con una sonrisa. Y es que me he dado cuenta de que no merece la pena llorar, ya que lo importante son todos los momentos felices que hemos vivido juntos que muchos desconocen, y no voy a mencionar porque perderían su encanto.
Creó que te he dicho todo lo que me he callado durante 4 años y que aunque no lo puedas leer sé que llegará a tus oídos.
Como te digo todos los días en esa vacía y oscura habitación, mientras te observo con la esperanza de ver algún gesto especial, llegaremos juntos a la cima.
Posiblemente la gente que te conozca, sabrá ya quien soy, pero me da igual porque necesitaba decirte que te quiero.
Por cierto,¿quién tiene ahora más "molla"?
Kristen Cullen
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